Se adelantó prontísimo el Atleti, en el 4' abrió la lata Correa tras una gran carrera de Reinildo, el mozambiqueño se la daba a Griezmann, que la pisaba y se la ponía perfectamente a Ángel, que la empujaba para hacer el primero.
Pero tras el gol el partido se calmó hasta la última jugada del primer tiempo. Casi lo empataban los de Gerona con un cabezazo de Yangel Herrera, se marchó muy cerca del palo de Jan Oblak.
Y un minuto después de que el colegiado dese el pitido de inicio de la segunda parte ponía tierra de por medio el Atlético, otra vez Correa, el rosarino aprovechaba un grosero error de Juan Carlos, que intentando cederle el balón a un defensa se lo acababa regalando a el delantero argentino que no fallaba en la definición.
El gol suyo fue de Roro Riquelme, el canterano atlético, la ponía dónde Jan no llegaba, eso sí con la suerte de que tocaba en Giménez.
A Aleix García le faltó poco para dejar uno de los goles de la jornada, pero Jan Oblak realizó una estirada asombrosa, la tocó lo suficiente como para que el poste la escupiese.
El esloveno dejó la que es una de las mejores paradas que he visto nunca, cuando corría el minuto 85', el Atleti empezaba a temer el empate, los visitantes lo intentaron, pero se encontraron con Jan Oblak. Pese a no haber dejado la portería a cero estuvo a la altura de las grandes citas ligueras. ¡Oblí Oblak, cada día te quiero más!
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