Real Madrid 1-1 Atleti, Vuelve Gil Manzano, vuelve la polémica

Partidazo con polémica el que se vivió en el Santiago Bernabéu el día de ayer. El colegiado seleccionado para arbitrar el encuentro fue el terrible Gil Manzano. Sus actuaciones arbitrando al Atleti son siempre dudosas, y cuando arbitra al Real Madrid, lo normal es que los blancos se alcen con la victoria por medio de sus malos arbitrajes. 

El Atlético, en el partido, cometió 8 faltas, por 12 del Real Madrid, de las del Atlético ¡Cuatro fueron sancionadas con tarjeta! Tres amarillas y dos rojas. A los vikingos, se les sanciono con 3 tarjetas amarillas. 

Pero el Atlético fue el primero en adelantarse, con un imperial cabezazo de Josema Giménez, nuestro "amigo" Gil Manzano no tuvo argumentos para anularlo ¡Pobre! ¡Pero vaya cara se le quedó! Fue sin duda el mejor jugador del Madrid. El gol madridista lo anotó Álvaro, un chaval de la cantera, que con un cabezazo igualo la contienda, una pena, porque una victoria nos ponía terceros, y las porterías a cero beneficiarían mucho a Jan Oblak para alzarse con el Trofeo Zamora. Pero bueno, el fútbol es injusto, y esta liga esta perfectamente amañada para que el Barça y el Real Madrid puedan ganar, y que el Atlético, tenga que comerse unos arbitrajes pésimos, de un árbitro que describe a la perfección al comité de árbitros, y al club al que sin duda, ayuda cuando les arbitra.

La primera del encuentro la tuvo Marco Asensio, con un disparo desde fuera del área, que con algunas dificultades, debido al efecto del esférico, acabo blocando Oblak.

Apunto estuvo Carrasco de hacer el primero para el Atlético, el belga se internaba en el área madridista y cruzaba un balón al palo más alejado de Thibaut Courtois, el belga blocaba el balón sin complicaciones.

En el minuto 63, iba a ser expulsado Ángel Correa, su pudo ver por televisión al Cholo Simeone, haciendo con los brazos un gesto refiriéndose a que Angelito, midiendo 1,71 y pesando 68 kg es incapaz de tumbar a Rüdiger, que mide 1,90 y pesa 85 kg. De poco o nada sirvieron las protestas de los jugadores colchoneros ante tal desaguisado provocado por la exageración del futbolista internacional con Alemania. 

Pero el Atlético con uno menos, en campo rival, con un equipo como el Real Madrid, fue capaz de adelantarse y callar muchas bocas. El tanto de Giménez dio alas al Atlético, y sus aficionados nos empezamos a ilusionar. Tras ese momento tocaba encomendarse a "San Oblak".

Y funcionó... evito el tanto de Tchouaméni con una gran parada, y también blocó un mano a mano a Camavinga. Pero justo en el córner provocado por su parada, Álvaro empataba el partido, y rompía esas alas que habían aparecido en las espaldas atléticas, unas a las que volverán a salir, como lo hacen las plantas tras ser podadas, más fuertes.