Un Griezmann histórico no es suficiente para tumbar a un gran Real Madrid

 Derrota colchonera en un partido en el que el marcador no refleja el juego que mostró el equipo del Cholo Simeone durante el partido disputado en Arabia. Una copa sin demasiada importancia, pero una manera rápida de conseguir un título. Antoine Griezmann superó a Luis Aragonés y se convirtió en el máximo goleador de la historia del Atlético de Madrid con 174 goles.

El partido comenzó con el viento soplando a favor del equipo visitante, realmente no era casa del Madrid, pero lo parecía, apoyo casi totalitario a los blancos. Mario Hermoso adelantaba al Atleti con un cabezazo cruzado que vencía a Kepa Arrizabalaga, que previamente había evitado el tanto de Samu Lino con un auténtico vuelo sin motor a la escuadra.

No iba a tardar demasiado en reponder el Real Madrid con un gol de cabeza de Antonio Rudiger, el nacionalizado alemán batía a Jan Oblak con un preciso cabezazo al que no llegaba el esloveno. Pocos minutos después le daba la vuelta el equipo madridista con un gol de Ferland Mendy, en nacionalizado francés cruzaba el balón entre un barullo de piernas y anotaba el gol que ponía por delante a los vikingos.

Antoine Griezmann iba a hacer uno de los goles más importantes de su carrera tras dejar a Modric en el suelo e irse de Tchouamení para clavarle un genial chut con su pierna mala a Kepa. Lo celebraba con euforia consciente de su récord y de la importancia de empatar al filo del descanso.

Parecía que la alegría iba a durar poco ya que Rodrygo Goes se sacaba una jugada mágica y dejaba a Jan Oblak en el suelo, el brasileño remataba pero Oblak sacaba un pie extraordinario para evitar el tanto madridista. Paradón del arquero esloveno.

En el minuto 78', a 12 minutos del final, Rudiger introducía el balón en su propia portería tras hacerse un lío morrocotudo con Kepa y Morata. En los últimos instantes de partido, tras una parada de Oblak a Vinícius, un disparo de Bellingham que sacaba Mario Hermoso in extremis Dani Carvajal quitaba las redes a la escuadra con un chupinazo que ponía el empate.

Cuando los penaltis parecía inevitables, Savic marcaba en propia tras un ligero roze de Joselu que no parecía ni ir a puerta, el gol se lo dieron al delantero gallego, pero si se ve se aprecia que no es suyo sino de Savic. Y en el último suspiro del partido, despeje de Carvajal que hacía que Oblak tuviese que medirse en carrera con Brahim, obviamente (Aunque hay gente que se ríe del portero esloveno, deberían ver lo que haría cualquier otro portero) el marroquí ganaba la carrera y marcaba a puerta vacía.

Esperemos tomar venganza este jueves en la Copa del Rey, un saludo OBLI OBLAK CADA DÍA TE QUIERO MÁS